lunes, 21 de noviembre de 2016

C.A.T WILLIAM MOREIRA Y C.A.T SAN JUAN BAUTISTA

TUTORÍA VIRTUAL

ASIGNATURA: FORMACIÓN HUMANA

CURSO: TERCER  AÑO DE BACHILLERATO -C.A.T WML
FECHA: Tarea para el sábado 26 -11-2016


CURSO: DÉCIMO AÑO DE EGBS- C.A.T SJB
FECHA: Tarea para el domingo 27-11-2016

ACTIVIDAD:Lea el texto y anote sus propias conclusiones

Ciegos, sordos, mudos y cojos, saltando por Cristo

Muchos hemos llegado a Cristo como ciegos espirituales, pero Dios ha dado una promesa que dice que los ojos de los ciegos se abrirán y los oídos de los sordos oirán.  Cristo, cedió la percepción de sus sentidos, haciéndose ciego, sordo y mudo, por amor a nosotros. Percibiéndolo todo, prefirió como cordero mudo ser llevado al matadero;  pues por el gozo puesto delante de él menospreció el oprobio de la muerte de cruz, y con su sacrificio, ha libertado nuestros sentidos espirituales.  Por medio del Hijo hemos recibido reconciliación, restauración y restitución.
Isaías 35:5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
Unos 700 años antes de Cristo, estaba profetizado que vendría uno que haría cada una de estas cosas.
Isaías 35:6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Cuando Cristo vino, todo esto se cumplió.
Isaías 35:3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
Esto estaba profetizado, que Cristo vendría y con el sacrificio en la cruz nuestras manos cansadas serian fortalecidas y nuestras rodillas se fortalecerían. Pero lo más hermoso es entender que se puede profundizar en la fe. La fe se puede aumentar, nadie tiene toda la fe del mundo, sino que la fe también es como la luz de la aurora que va de aumento en aumento.
Así como vemos en Ezequiel 47:3, que nos habla del agua que primero le cubría hasta los tobillos,
Ez. 47:3 Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.
A Ezequiel se le manda a meterse en el agua.  De este modo, hay una fe para poder meternos en medio de nuestras debilidades y que sea perfeccionada nuestra fe. Tenemos como ejemplo el aguijón de Pablo, quien pedía al Señor que le fuera quitado, pero ¿qué le respondió Dios?
2da Corintios 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Hay una fe para poder decir: “Señor soy débil”, pero el Señor te dice que cualquiera que sea tu debilidad, por difícil que parezca habrá fe que te fortalezca.
Hay una fe para que el agua nos llegue a las rodillas, por que al llegar a Cristo nuestras rodillas, se fortalecen. ¿Hasta dónde está tu fe? ¿Ya te llega a las rodillas?
Hay aguas que llegan a las rodillas; fe a las rodillas, el postrarse, el arrodillarse ante Dios, agua que llegan a los lomos. Los lomos en la Biblia nos hablan de tipos de fuerza. Al empujar algo, la fuerza la hacemos en los lomos, pero también nos habla de reproducción, de procreación; quiere decir que todo lo que hagas, hazlo para que reproduzca la vida de Dios en ti. Fe a tus simientes, a tu familia, a los que te rodean.
Pero esto no se queda ahí, existe otro tipo de fe, porque el pasaje de Ezequiel 47:5 habla de que el agua era ya un río que solo se podía pasar a nado. Esto quiere decir que para nadar, ya le llegaba hasta el corazón y la cabeza.
Hay una fe que permite que no seamos movidos por sentimientos o razonamientos , sino porque creamos a Dios; esta fe nos lleva a hacer la voluntad de Dios.
Ezequiel 47:3 Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.
1,000 codos equivalen a unos 450 metros.  Cada vez que Ezequiel iba midiendo estos mil codos nos habla de una fe que va en aumento.  Aunque físicamente ya hayamos alcanzado nuestra estatura, en lo espiritual nos vamos haciendo más grandes.
Isaías: 35:4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Quizás pueda hacerse la pregunta: ¿qué es un corazón apocado? Las personas con corazón apocado, son personas temerosas que solo ven las circunstancias, que solo piensan en que “la situación esta mala, mira como está el mundo,” etc.
Pero el Señor dice, ¡Yo vine a la cruz a morir! esforzaos.
Isaías 35:5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
El que tenga oídos para oír que oiga, esto no es solo en lo físico a lo que Dios se está refiriendo, El está hablando en lo espiritual. Dios dio una promesa, que los ojos de los ciegos se abrirán. Este es el caso de muchas personas que llegan a los pies de Cristo; quizás venimos de familias ateas, que no creen y nos volvemos ciegos espirituales.
Isaías 35:6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Este versículo nos recuerda al limosnero fuera de la Puerta de La Hermosa, en Hechos 3:2. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
Este hombre era colocado en este lugar para pedir. Muchas veces nosotros somos como ese limosnero; esperamos limosnas de amor, de felicidad, de momentos que nos hacen creer que somos felices. No llama la atención que este hombre al ser sanado lo primero que hizo fue entrar al templo. ¿Por qué no corrió a otro lugar? Se nota que había anhelado entrar, pero no había podido hacerlo antes, pues no podían entrar al templo los cojos y mancos.  Dice que el hombre tenía unos 38 años de edad, y seguramente que por lo menos unos treinta y tantos de mirar que los otros entraban, pero él no podía.  Cuando sus pies fueron afirmados entró al templo andando, saltando, alabando a Dios.
Isaías 35:6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.
En lugar de cosas feas, habrá cosas buenas.
Isaías 35:8 Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
La Palabra nos enseña que Cristo es el camino.   Por cuanto Él se apartó para nosotros, ahora nosotros nos apartamos para El. El mundo presenta un camino ancho, pero el de Cristo es estrecho.
EL SIERVO DE JEHOVA
Isaías 42:1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
Esto es alusión profética de Cristo, y fue escrito 700 años A.C. Isaías no estaba escribiendo sobre sí mismo, sino sobre Cristo. Cuando Jesús fue bautizado El Padre dijo, este es mi hijo amado, en  Él tengo contentamiento.
Mateo 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Isaías 42:2 No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.
Este verso nos recuerda el caso de Absalón, quien se levantó en contra de David, su padre para quitarle el reino (2 Samuel 12:2 en adelante). Hizo que muchos le siguieran y robó el corazón de muchos para sí, alejándolos de David. Por el contrario, el mensaje de Cristo, fue conquistando los corazones con amor, para el Padre.  
Isaías 42:3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia.
No importa lo que acontezca Jesús levanta a los hombres caídos, a los hombres quebrantados. Él levanta lo que se cree que no sirve. Él no apaga una chispa de vida por pequeña que parezca.
Isaías 42:6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones. 7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
Isaías habla de Cristo no de sí mismo. Jesús a pesar de tener todos sus sentidos espirituales totalmente libres, se hizo ciego, sordo y mudo por amor a nosotros.
Isaías 42:18 Sordos, oíd, y vosotros, ciegos, mirad para ver.
El profeta no está hablando de una sordera o ceguera físicas, sin que le está hablando de lo espiritual.
El les está hablando de que El vendrá a sanar a esos ciegos y sordos espirituales, al igual que hizo con muchos de nosotros, Su misericordia ha venido y nos ha sanado.
Isaías 42:19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, como mi mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, y ciego como el siervo de Jehová, 20 que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye?
Jesús realmente no era ni ciego, ni sordo, ni mudo; sin embargo, en Isaías 53 vemos que Isaías dice que Jesús fue llevado al matadero como cordero mudo.
La Biblia no dice: “al que razone o al que calcule, sino al que cree”. Cristo tenía ojos y se quedó ciego por amor a nosotros. ¿Acaso cree que no veía a Judas, o inclusive cuando sus propios hermanos le decían que fuera a la fiesta sabiendo que lo buscaban, y esto porque creían en El? Pero por amor a nosotros, Él se quedó ciego y sordo frente a esto.
Juan 7:1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. 2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; 3 y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. 4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. 5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.
Felipe, que presenció la multiplicación de los panes, le dijo; “muéstranos al Padre y te creeremos” (Juan 14:8) Jesús oía estas cosas, pero como cordero mudo fue al matadero.
Isaías 42:21 Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla. 22 Mas este es pueblo saqueado y pisoteado, todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; son puestos para despojo, y no hay quien libre; despojados, y no hay quien diga: Restituid
¿Qué es tener vista espiritual? Esa respuesta la vemos en David frente a Goliat, es poder ver a Dios siempre enfrente nuestro, es poder verle en medio nuestro. Tus ojos espirituales son para ver y saber que Dios está ahí.
Hay personas que piensan o creen que Dios se ha quedado mudo, Él te quiere hablar pero nosotros no lo dejamos; necesitamos escucharle más, con nuestros oídos espirituales. El entregó Sus ojos para que viéramos; Sus oídos para que oyéramos; Su boca para que habláramos sus palabras.
Esto nos lleva a tres palabras que inicia con la letra “R”:
Reconciliados, Restaurados y Restituidos.
Reconciliados por Cristo->Para estar en El.
Restaurados por Dios Espíritu Santo->Para ser sanados por El.
Restituidos por Dios Padre->Restituido es que Dios Padre te devuelve todo lo que el Diablo te robo.
¿Qué hizo el Padre cuando el hijo prodigo volvió a casa? No lo recriminó, ni lo desechó. El Padre lo abrazó, lo besó, y dijo a los criados: “Pónganle calzado, vístanlo”.  Esto es restituir.  Igualmente sucedió con Job, que Dios le dio el doble de lo que el tenia; le restituyó el doble de lo que el enemigo le había quitado.
Cuando tengas un problema no dejes que todo gire en torno a tu problema. Dios no quiere personas vencidas y derrotadas, Dios quiere personas vencedoras en Él. Dios quiere que tomes sus ojos, para que veas como Él; Sus oídos, para que oigas su voz, y Su boca para que hablen Sus palabras.

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