martes, 14 de junio de 2016

C.A.T. WILLIAM MOREIRA LÓPEZ y C.A.T SAN JUAN BAUTISTA

TUTORÍA VIRTUAL

ASIGNATURA: FORMACIÓN HUMANA
CURSO: TERCER  AÑO DE BGU -PERFIL DE SALIDA PROD. AGROPECUARIA-C.A.T WML
FECHA: Tarea para el sábado 18-06-2016

CURSO: DÉCIMO AÑO DE EGBS- C.A.T SJB

FECHA: Tarea para el sábado 19-06-2016

ACTIVIDAD: Lea el documento y prepare una lluvia de ideas sobre el tema propuesto. 
¿Por qué Monseñor Leonidas Proaño decidió  Evangelizar desde la realidad de las comunidades indígenas?
EVANGELIZAR DESDE LA REALIDAD.

                Hay que notar cómo la Evangelización puesta en marcha por Monseñor Proaño, en su diócesis, partió del análisis de la estructura social del momento. Y para conocer bien esta realidad, la fue recogiendo, analizando, comentando, profundizando, evaluando con los mismos pobres que la estaban sufriendo. Además se implicó en ella, y no se quedó fuera, sino que asumió la tristeza y el dolor ajenos, las luchas y las alegrías de los pobres. No se limitó a la estructura eclesial y sacramental, sino que la puso al servicio transformador de la realidad de muerte que vivía la mayoría de los feligreses de su diócesis.
                Descubrió que había una contradicción entre esta realidad social y eclesial y el proyecto de Dios, especialmente entre los indígenas, cuya situación era de lo peor. No solo empezó a denunciar, sino que puso en marcha una nueva estructura social y eclesial, a partir de los mismos pobres y de los Indígenas. Ellos lo ayudaron primero a ver y entender su situación y juntos se pusieron a abrir caminos de vida y de liberación, confrontándolos con el proyecto del Reino. En esa época, 1979, se dio el comienzo de la coordinación de la Comunidades Eclesiales de Base al nivel nacional, a partir de un taller realizado en Santa Cruz, la casa de retiro de Riobamba, cuyo tema fue ‘Superar todas las dominaciones’.
                El trabajo pastoral de Riobamba abarcó, con Monseñor Proaño, la transformación de las estructuras económicas, políticas e ideológicas, cuyas consecuencias benéficas se sienten todavía ahora.
-          Al nivel económico, denunció la situación de la tierra acumulada en unas pocas manos, como origen del empobrecimiento y subdesarrollo de los campesinos. Para significar que la tierra era de todos, y que hay que compartirla para ser verdaderos hermanos y hermanas iguales, repartió las propiedades de la diócesis a los campesinos, en forma de cooperativas, afín de abrir de esta manera un camino ejemplar a la reforma agraria y de ablandar el corazón de los ricos.
-          A nivel político, denunció la dominación de los gobernantes que marginaban al pueblo pobre y le impedían toda participación en las decisiones que les permitirían orientar los proyectos sociales hacia el Bien Común. Personalmente, fue creando estructuras en que todos podían ser representados y decidir de la manera de evangelizar para que se logre una verdadera dignificación de los más excluidos, particularmente con los misioneros y las misioneras indígenas. Fue en su época que nació ‘ECUARUNARI’, organización de los Indígenas de la Sierra.
-          Al nivel ideológico, denunció todo lo que se ponía en marcha para marginar a los Indígenas y ocultarles cómo era el plan de Dios. Se hizo el portavoz de sus valores, de su cultura, de su sabiduría. Permitió a los Indígenas que valoraran su herencia de siglos y que la presentaran como alternativa de vida y de sociedad a las actuales estructuras de explotación, dominación y engaño. Promovía que, para alcanzar un nuevo Ecuador, hay partir de las culturas y de las propuestas indígenas en lo económico, lo político y lo ideológico: los Indígenas son la comunidad capaz de llevar adelante esta transformación social, incluyendo a todos los sectores populares, como son los campesinos ladinos, los negros, las mujeres, los jóvenes desempleados,…
Los frutos han surgido también después de la muerte de Monseñor Proaño. He aquí algunos: la Confederación de la Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), el levantamiento indígena de 1992, las Propuestas Alternativas de una nueva sociedad ecuatoriana (CONAIE, 1994), la lucha por la Plurinacionalidad (que se alcanzó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1998, sin lograr incluir esa expresión en la Constitución), la Asamblea Popular Constituyente que se reunió después del 12 de octubre de 1997 (con más de 380 representantes de todos los sectores populares del país y que elaboraron su propia propuesta de Constitución ecuatoriana), la propuesta de una ‘Nueva Democracia’, etc.
                Monseñor Proaño ha pasado a ser un modelo de evangelización liberadora para todo el continente, y muchos de sus pensamientos y realizaciones quedan escritos en los grandes documentos de la Iglesia latinoamericana, como son los de Medellín (1968, donde fue relator de la ‘Pastoral Integral’), Puebla (1979, donde fue corredactor de la ‘Visión socio-cultural de América Latina’) y Santo Domingo (1992).

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